Teléfonos móviles, inteligentes y con respuestas rápidas (QR)

El vertiginoso desarrollo de la telefonía móvil permitió que en pocos años los teléfonos dejaran de ser meros artefactos para hablar y se convirtieran en mini-computadoras cada día más veloces e inteligentes. Estas mini-computadoras, todavía llamadas teléfonos, están haciendo realidad la computación distribuida, móvil y ubicua a escala global. Rápidamente, están rediseñando las formas de codificar, acceder y navegar por la información digital.

En momentos en que todavía muchas personas tienen serias dificultades para escribir un correo electrónico o para recordar el nombre de dominio de una página web, nuevas codificaciones comienzan a redefinir como se navega la información digital acumulada en los servidores. ¿Qué es más fácil para un usuario de telefonía móvil: acceder a cierta información web escribiendo 40 caracteres en un navegador móvil o enfocar con la cámara del teléfono hacia una imagen?

Ésta y otras preguntas surgen rápidamente al analizar los “códigos QR” (Quick Responses) o, en castellano, códigos de Respuestas Rápidas. Los QR son formas de codificar información a través de una imagen en dos dimensiones con el objeto de ejecutar, ingresar, recuperar o gestionar a través de Internet datos electrónicos en tiempo real. Los códigos QR se presentan hoy como la continuación de los clásicos códigos de barras insertos en cualquier producto o mercadería del supermercado.

Si los clásicos códigos de barras eran palotes ordenados horizontalmente (sólo una dimensión), estos nuevos códigos se ordenan horizontal y verticalmente (dos dimensiones). En la actualidad existen más de treinta códigos que trabajan en dos dimensiones y los QR son uno de ellos. Los códigos QR están diseñados a través de cuadrados negros sobre un fondo blanco y se caracterizan por tener cinco módulos de información que favorecen su lectura, seguridad y almacenamiento.

La codificación QR no es nueva. Fue creada en Japón en el año 1994 por la empresa Denso Wave Incorporated. QR es un estándar mundial desde el 1997, sus especificaciones están abiertas y la empresa sólo solicita el respeto de su marca registrada. Es decir, la página de Denso Wave aclara que si bien QR tiene patentes la empresa decidió no ejercer sus derechos. Así, QR ya es de uso público (en algún tiempo en dominio público) y esto, sin dudas, favoreció su crecimiento global.

En concreto, para leer los códigos QR es necesario tener un teléfono inteligente (smartphone) con cámara de fotos / videos, un software que pueda escanear estos códigos y con conexión a Internet. Esto permite que los usuarios puedan usar sus teléfonos para escanear las imágenes que contienen, por ejemplo, las direcciones URLs (o cualquier otra información codificada QR) y que así puedan evitarse el tipeo manual de las mismas en un navegadores.

Por ejemplo, la aplicación de código abierto “Zxing” (“Zebra Crossing”), sirve tanto para escanear los códigos QR (además de otras codificaciones) como también para generar los códigos QR que direccionan a sitios web, escriben correos electrónicos, crean contactos personales o ejecutan aplicaciones dentro de los móviles con sistema operativo Android (desarrollado por Google Inc. para teléfonos móviles).

Los códigos QR se están utilizando para diferentes soportes y con los más diversos fines. Se los puede encontrar en diarios y revistas en papel, programas de televisión, páginas web, videos y carteles publicitarios en la vía pública, folletos informativos, vidrieras de comercios, tarjetas de identidad personal, paseos y guías turísticas o, incluso, en videojuegos. Es claro, las mini-computadoras / teléfonos móviles están cambiando velozmente las formas de gestionar la información.

* El Dr. Ariel Vercelli es Presidente de BIENES COMUNES A. C. e Investigador del CONICET / IEC-UNQ. Columna publicada en la sección de Tecnología de Télam. Sin licencia.

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