El 12 de febrero fue publicada una nueva columna de opinión en The Wall Street Journal sobre el caso Google Books. En esta oportunidad se expresan Pamela Samuelson (Authors Alliance, Inc.), James Adcock (Bellevue, Wash) y David P. Vandagriff (Provo, Utah). La columna llevó por título: “Buscador de Libro Google ayuda, no daña, autores” (“Google Book Search Helps, Not Hurts, Authors”) [tmb aca]. Pamela Samuelson (una referente académica sobre Copyright en EE.UU. y conocedora del caso Google Books) estima que Roxana Robinson está equivocada en sostener que Google Inc. robó la obra de millones de autores. Debo reconocer que ya no me sorprende que Samuelson cambie una vez más de opinión sobre el caso (la ha cambiado varias veces en estos 11 años). Sí me sorprende el argumento que expresa, en sintonía con los fallos de primera y segunda instancia. Para defender el “accionar justo” de Google Inc. Samuelson entiende que Google Book Search permitiría que muchos autores académicos (autores que ella supone representar) pasen a ser conocidos a través de la iniciativa Google Books. Es decir, a partir de esta “benéfica plataforma” -de Google Inc., de una corporación comercial, de un monopolio-, se estaría ayudando a cumplir el mandato constitucional que fundamenta el copyright en los EE.UU. Les comparto un fragmento del argumento de Samuelson:
“The Authors Guild has charged Google with “stealing” the works of millions of authors by digitizing and indexing books from research library collections for its Book Search project (How Google Stole the Work of Millions of Authors? by Roxana Robinson, op-ed, Feb. 8). As the president of the Authors Alliance, I beg to differ. The Authors Alliance represents authors who want their books to be discoverable and reach new generations of readers. Book Search helps to achieve this goal. It consists largely of nonfiction books written by scholars in the hope that the books would be read by others and contribute to the ongoing progress of knowledge creation and dissemination, in keeping with the constitutional purpose of copyright.”