El 26 de enero de 2012 Twitter, la red social norteamericana de microblogging más importante del mundo, cambió repentina e interesadamente sus condiciones de uso. Desde la empresa argumentaron problemas para compatibilizar las múltiples y diversas formas que adopta la libertad de expresión a nivel mundial. No tuvieron mejor idea que adecuar jurÃdica y tecnológicamente su plataforma para filtrar y censurar qué se puede y no se puede publicar en cada paÃs. Se anticipan casos injustos e insólitos.
Luego de expresar sus deseos de expansión comercial y de describir los problemas que les podrÃa acarrear la diversidad de formas en que se presenta la libertad de expresión a nivel mundial, Twitter decidió implementar una solución jurÃdico-tecnológica para su gestión corporativa de la libertad de expresión. Es decir, desarrollaron un sistema que les permite segmentar, filtrar y censurar contenidos de acuerdo a las realidades legales, polÃticas y culturales de cada paÃs.
En Twitter argumentan que sólo filtrarán (o retendrán) mensajes y usuarios de forma reactiva: a pedido de una ¿instancia legal válida? ¿El problema son las sentencias judiciales? No, claro que no. Entonces, ¿qué es lo que preocupa? Se cuestiona que una corporación comercial norteamericana pueda definir en cada paÃs quiénes tienen o no tienen legalidad y legitimidad para negociar qué se publica. Justo allÃ, en este reconocimiento administrativo, comienza la discresionalidad que censura.
Estos cambios le dan la potestad a Twitter Inc. de decidir administrativamente, junto a los gobiernos de cada paÃs, qué se publica o no se publica en su plataforma. Lejos de ser una herramienta de ¿liberación? al servicio de las primaverales (contra)revueltas árabes, Twitter se está transformando en una plataforma que gestiona la censura y se orienta rápidamente hacia el más rancio control social. Parece un chiste, pero desde Twitter alegan respetar las leyes de cada uno de los paÃses.
¿Pueden Twitter alegar respeto a las leyes locales para censurar? ?Acaso Twitter no viola hoy leyes internas y vigentes de Siria cuando favorece las revueltas en Homs? ¿No negociaron todavÃa con la administración del presidente Bashar al Assad? ¿Filtrará Twitter aquello que se pueda o no decir sobre el referendo y la reforma constitucional en Siria? ¿Esperarán hasta un cambio de autoridades? ¿Primavera u otoño Sirio? ¿Twitter herramienta de liberación?
Los gobierno de Tailandia y China respaldaron los cambios realizados por Twitter. Sin embargo, en en Estados Unidos y el Reino Unido hubo varios casos donde se cortó el acceso a las redes sociales frente a protestas ciudadanas espontáneas, también conocidas como “flashmobs” (multitudes instantáneas o movilizaciones relámpago). Incluso, el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, reclamó un mayor control sobre las redes sociales en el Reino Unido.
Hace pocos dÃas que en Brasil, paÃs donde Twitter es masivo, se inició una acción legal contra la red social para que se suspendan y bloqueen cuentas y/o mensajes que contengan información sobre los lugares y momentos donde se hacen controles de tráfico y alcoholemia. Esta es una medida que toma el gobierno de Brasil para negociar qué y cómo se van a publicar contenidos en ese paÃs. Twitter aún no ha respondido. Tampoco han habilitado su sistema de “transparencia”.
El éxito y expansión mundial de Twitter ha posicionado a la corporación norteamericana en la incómoda y voluntaria situación de comenzar a gestionar tecnológicamente la censura a nivel global. La censura es un tema denso y complejo. Se sabe cuando comienza pero nunca cuándo ni cómo termina. Las largas y silenciosas negociaciones por paÃs van a transformar radicalmente la plataforma Twitter. El control social parece ser su destino inmediato.
* El Dr. Ariel Vercelli es Presidente de BIENES COMUNES A. C. e Investigador del CONICET / IEC-UNQ. Columna publicada en la sección de TecnologÃa de Télam. Sin licencia.