El 26 de enero de 2012 Twitter, la red social norteamericana de microblogging más importante del mundo, cambió repentina e interesadamente sus condiciones de uso. Desde la empresa argumentaron problemas para compatibilizar las múltiples y diversas formas que adopta la libertad de expresión a nivel mundial. No tuvieron mejor idea que adecuar jurídica y tecnológicamente su plataforma para filtrar y censurar qué se puede y no se puede publicar en cada país. Se anticipan casos injustos e insólitos.