Creative Commons lanzó el 6 de enero de 2005 el proyecto “Science Commons”, otro de los tantos proyectos ambiciosos del laboratorio, que aún se encuentra en una etapa exploratoria, pero que significa un gran paso hacia la apertura y libertad de conocimiento común a nivel global. En el mes de noviembre de 2004 Creative Commons anunciaba que el proyecto Science Commons iba a explorar la posibilidad de aplicar la filosofía y las actividades de Creative Commons al ámbito de la ciencia. A tres meses de su anuncio el proyecto Science Commons comienza a crecer y se comienzan a dar los primeros pasos de la etapa exploratoria. Sin dudas, el laboratorio Creative Commons está comenzando a planificar las mejores herramientas legales y técnicas que nos permitan promover, compartir y proteger el conocimiento científico. Las que siguen son las líneas principales, objetivos y desafíos del proyecto Science Commons a un mes y algo más de su lanzamiento.
La evolución natural de un rol social: tecnología y fricciones legales
Como bien afirma el Director Ejecutivo de Science Commons, John Wilbanks, el proyecto es, sin dudas, parte de una evolución natural de Creative Commons dentro del rol que esta Organización-Neo-Gubernamental tiene en el plano de la cultura a nivel mundial. Las licencias originales de Creative Commons posibilitaron a los autores el gobierno de sus obras, les permitieron definir la naturaleza del acuerdo y la reserva de sus derechos en términos de atribución, comercialidad, trabajos derivados y redistribución de las obras por la red. Muestra de ello, y del rápido efecto que las licencias han tenido en la red, en los últimos dos años más de 5 millones de licencias de Creative Commons se han usado para intercambiar indistintamente música, imágenes, materiales académicos, información educativa, entre muchos otros tipos de obras culturales.
Lo cierto es que los actores involucrados en el proceso de Science Commons buscan aprovechar y continuar este modelo exitoso de licenciamiento orientado hacia los usuarios finales. Sin embargo, esta vez las licencias y el diseño de la estrategia no se orientan a resolver la promoción y libre circulación de obras culturales. Por el contrario, ahora se enfocan sobre la regulación de los grandes cuerpos de datos que hoy posibilitan las investigaciones científicas. Actualmente existen muchos actores a nivel mundial altamente interesados en colaborar en el desarrollo / la continuación de este modelo de Creative Commons. Los actores más activos y algunos otros que le sirven de inspiración al ambicioso proyecto son: Public Intellectual Property Resource for Agriculture; BIOS; Alliance for Taxpayer Access; Duke Center for the Study of the Public Domain; Public Library of Science; BioMedCentral; NIH Open Access Resource; Peter Suber’s NIH Open Access FAQ; Open Archives Initiative; Budapest Open Access Initiative; SPARC; Institute for One World Health. Sin embargo, estos son solo algunos de los variados actores que se sumarán al proceso en poco tiempo.
Incluso antes del lanzamiento del proyecto de Science Commons ya existían en Creative Commons varias iniciativas, discusiones y propuestas para diseñar e implementar licencias orientadas a la producción científica. Todos estos intercambios referían a las particulares condiciones dentro del campo de la producción científica y a la necesidad de pensar nuevas alternativas en este dominio. Específicamente, se especulaba sobre las particularidades del método científico y cuales serían las formas estandarizadas que permitirían una mejor promoción de obras científicas mediante la reserva de derechos con las licencias de Creative Commons. Igualmente, el actual modelo de licencias de Creative Commons permite trabajos derivados bajo determinadas condiciones y habilita a gobernar los usos futuros mediante (por ejemplo) una licencia de Atribución-CompartirPorIgual (Attribution-ShareAlike). El problema con los materiales científicos estaba en la prohibición de hacer trabajos derivados, puesto que se considera inadecuado para quién basa su trabajo en el método científico. La incapacidad de hacer trabajos derivados no solo es un contrasentido en el ambito académico, sino que además es una condición arbitraria y perniciosa que atenta contra el avance de la ciencia, la innovación y la creatividad en detrimento de toda la sociedad.
La World Wide Web ha cambiado para siempre la forma en que se distribuyen y se reproducen los documentos científicos a nivel mundial. Sin embargo, las regulaciones legales todavía vigentes no dan cuenta de este fenómeno en expansión, puesto que han sido pensadas para un contexto completamente diferente al actual. Han sido diseñadas para un ambiente tecnológico-relacional muy distinto. Como bien señala el texto explicativo del Science Commons, una de las consecuencias de esta arritmia en los sistemas regulativos es la presencia de fricciones legales que impiden la reutilización de descubrimientos y que conducen hacia el desaliento de la innovación. Esta es la razón por la que John Wilbanks está actualmente imaginando nuevas licencias que habiliten la reserva de algunos y determinados derechos y que permitan trabajar con los diversos actores de una forma amplia, activa y distribuida. Solo identificando las necesidades de los diferentes actores podrá encontrarse un punto de equilibrio que permita la promoción de la actividad científica orientada a la producción de conocimientos comunes y una protección/promoción para una parte muy específica de alto conocimiento por dentro de laboratorios privados, públicos, mixtos o en red.
Por tanto, la misión de Science Commons es promover la innovación científica volviéndola, por un lado, un proceso sencillo para científicos, universidades, e industrias que usan literatura, datos, y otras producciones intelectuales científicas, y por el otro, permitir que este proceso permita compartir estos conocimientos con otros actores a nivel mundial. Al igual que el proyecto mayor de licencias Creative Commons, el proyecto Science Commons funciona dentro de las actuales legislaciones de derechos de autor y patentes con el objeto de promover los mecanismos legales y técnicos que para remover las barreras que impiden compartir el conocimiento. El modelo de Science Commons intenta extender los límites académicos hacia un punto donde el acceso universal a los datos científicos este garantizado, dado que, a través de este empuje, necesariamente, se van a acelerar tanto los descubrimientos científicos como las aplicaciones basadas en una rica y común base de conocimientos. El modelo de Science Commons procura avanzar sobre el modelo de publicaciones científicas abiertas continuando el modelo de Open Access for scientific literature.
Science Commons, su etapa exploratoria y los importantes desafíos
El principal objetivo de Science Commons en esta primera etapa exploratoria es lograr identificar los puntos de fricción donde tanto la tecnología, como las restricciones legales generan una tensión peligrosa para la cultura, la humanidad y para las sociedades abiertas. Science Commons procura lograr un Acceso Abierto para compartir el conocimiento científico a través de la creación de diferentes licencias libres y modulares que puedan mantener la apertura y libertad de aquello que hoy conforma uno de los elementos centrales de la investigación científica de base. Por tanto, Science Commons en su etapa inicial se propone al menos tres puntos:
1) Lograr publicaciones, revistas y archivos científicos de Acceso Abierto. El punto central de este nivel es la expansión de su modelo de licencias, codificación de documentos mediante XML y metadatos y la expansión del modelo de Open Access para la obtención de un mayor número de publicaciones de Acceso Abierto en el campo científico. Tal es el caso de la Public Library of Science (PLoS), quienes han tomado la licencia de Atribución para sus obras con importantes resultados. El punto central es alcanzar el concepto de Acceso Abierto para la literatura científica mediante la obtención de publicaciones que sean digitales, que estén publicadas online, que sean sin cargas y que sean libres de la mayoría de las restricciones de derechos de autor y de las diferentes licencias.
2) Lograr licencias y una transferencia de tecnología orientada hacia la obtención de los mejores modelos equilibrados en materia de promoción y restricciones en el campo de las regulaciones. Específicamente, realizar una tarea exploratoria en relación a las patentes y dilucidar cuanto del sistema actual de patentes tiene que consevarse y cuanto es completa y absolutamente prescindible. En otras palabras, cuanto de todo el viejo esquema es pernicioso/beneficioso para el verdadero desarrollo de la ciencia a escala global. Science Commons quiere explorar y encontrar cuales son las limitaciones innecesarias en el sistema actual de protección y promoción de la circulación de información científica. Los integrantes de Creative Commons creen que, además de las licencias de las que ya se dispone, en realidad las publicaciones científicas requerirán nuevas licencias para otras áreas específicas.
3) Finalmente, tal vez el punto más importante de los tres, Science Commons pretende volver más eficiente la pobre economía de los datos dentro del campo de la ciencia. En otras palabras, este tercer punto se refiere a la protección de los datos fácticos (factual data) y a la lucha en contra de su apropiación. Para decirlo aún más claro, es una la lucha contra la privatización de un capital intangible que es patrimonio de la humanidad y que jamás debe ser apropiado de forma alguna. En este punto exiten muchos problemas a resolver frente a las limitaciones tanto legales como técnicas que trae una economía ineficiente de los datos fácticos comunes. Science Commons tiene que explorar ambos puntos, legales y técnicos, para procurar soluciones que aporten a un mejor gobierno de las bases y procesamiento de datos facticos a nivel mundial. Son estos datos los que contienen los datos en bruto que conforman una base necesaria para cualquier investigación científica. A modo de ejemplo, el World Wide Web Consortium’s Semantic Web esta orientando sus esfuerzos hacia la vida científica y dentro de estos desarrollos puede bien citarse la aplicación DSpace project del MIT orientada hacia la creación y gestión de archivos digitales.
Según el criterio descrito en el proyecto Science Commons, la ciencia actual depende del acceso y del uso de los datos fácticos (factual data). Los datos fácticos (o las bases de datos fácticas o que remiten a aquello que alguna vez se llamo la base empírica) lejos de poder analizarse como una tecnología en si misma, pueden definirse genéricamente como hechos que tratan de características específicas de un fenómeno y que van conformando un proceso analítico que utiliza algunas tecnicas para identificar patrones y relaciones sobre fenómenos previamente desconocidos. Los datos fácticos se transforman cada vez más en una pieza esencial de la investigación científica y están transformando el trabajo de muchas disciplinas motorizadas por el desarrollo del almacenamiento digital y la capacidad del procesamiento de la información de las actuales computadoras. De hecho, muchas investigaciones en diferentes disciplinas, como la meteorología, la genómica, la medicina o la física energética, dependen por un lado de la disponibilidad de múltiples bases de datos y por el otro de su apertura para la fácil recombinación, búsqueda y procesamiento.
En suma, bien se puede proteger mediante una patente, o bien mediante el derecho de autor, un invento o una expresión artística u obra, sin embargo, bajo ningún criterio pueden protegerse y registrarse los datos sobre los que ese invento o producción cultural están basados. En este sentido, la tradición académica requiere que toda investigación muestre no solo los resultados finales de una forma científica, sino que la revisión entre pares que supone el examen de la comunidad académica debe corresponderse con la apertura y disponibilidad de todas aquellas bases de datos factuales sobre los que la misma investigación se ha fundado. Los registros que contienen los datos “naturales” (por llamarlos de alguna forma, moderna), aquellos que conforman la base sobre la que nos apoyamos para inventar o crear deben permanecer siempre abiertos al uso de cualquier persona. Este principio no solo es un pilar fundamental del desarrollo económico y social de cualquier región a nivel mundial, también es uno de los derechos humanos más importantes que jamás debe dejarse de lado. Sin estas delimitaciones difícilmente podamos alcanzar un Acceso Abierto o directamente un conocimiento libre, ni mucho menos una cultura de la libertad.
El proyecto Science Commons tiene importantes desafíos por delante. Uno de los principales, aunque no dicho en estos términos, es el de armar un nuevo modelo que pueda hackear (tal vez otros preferirían usar el termino balancear-equilibrar) de forma elegante e inteligente el sistema de patentes a nivel mundial. La tarea no es sencilla, sin embargo es una tarea fundamental para obtener un mundo mas equitativo que sea sostenido por sociedades abiertas y no por sociedades de clausura.