Derechos Morales Modulares

Todavía no aparece claramente definido, tal vez técnicamente definido, pero uno de los interrogantes más interesantes que nos presenta el surgimiento de Creative Commons a nivel mundial se relaciona y se hunde en las profundidades de la filosofía del derecho, o mejor dicho, en la complejidad de la ética. ¿Son posibles los derechos morales modulares? Entiendo el concepto “modulares” en el sentido en que las licencias de cc son modulares. ¿Pueden los derechos morales ser modulares? ¿Pueden los derechos morales ensamblarse unos sobre otros, por debajo de otros, al lado de otros? Por un lado derechos, la totalidad, por el otro la moralidad, la individualidad, la personalidad y nuevamente la complejidad de la ética. Es claro que una de las principales características del derecho como regulador es su increíble capacidad de clasificación y modulación discursiva. No hay duda que los derechos son modulares, tienen una propensión a la modularidad y ese es uno de los pilares que ha permitido construir gigantescas catedrales jurídicas. De hecho, ello define su naturaleza profunda, naturaleza que le permitió enfrentarse -más aún en la modernidad- a modelos de complejidad creciente. Pero, ¿qué ocurre con el segundo componente de la formula? ¿Cuál es entonces la modularidad de la moralidad? ¿Puede mensurarse la moralidad? No me refiero a la moralidad de nuestros actos, sino a la moralidad de aquello que sucede, la moralidad de aquello que ocurre todos los días, aquella moralidad que, de tan incorporada, es una disciplina que tiende a irreversibilidad. ¿Existe una moralidad sistémica? Los caminos parecen conducir hacia Alemania. La filosofía del derecho nos ha abandonado hace muchos años. Tal vez nunca logró superar la república de Weimar, tal vez algo más, producido de forma suelta y dispersa por el siglo XX. ¿Que puede decirnos la ética frente a estas preguntas en momentos que la complejidad y la modularidad son al mismo tiempo la solución y el problema?

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