El desarrollo de las tecnologías digitales, la expansión de Internet y la penetración de las redes de telefonía móvil están favoreciendo cambios profundos en las sociedades. En pocos años se han reconfigurado las formas de vida social, cultural, económica y política a escala global. En medio de tantos cambios, ¿es posible diseñar y planificar hacia dónde se dirigen las sociedades a nivel nacional (y regional)? ¿Qué deben hacer los Estados para gobernar estos cambios en la era digital?
A nivel mundial la mayoría de los Estados ya cuenta con proyecciones y políticas públicas sobre cómo y de qué forma se dará su desarrollo social. Con mayores o menores grados de ambición, justicia social o soberanía, este tipo de planificación se ha vuelto algo común. ¿Futurología? No, lejos de ella. ¿Prospectiva? Se acerca algo más. Estos procesos pueden mejor caracterizarse como instancias de planificación, identidad, desarrollo y defensa de intereses nacionales / regionales.
Países como EE.UU., Alemania, Japón o Corea del Sur planifican al detalle estas políticas públicas. Juegan, una y otra vez, el juego de la inversión, el desarrollo y la prospectiva científico-tecnológica. El caso de Corea del Sur es notorio. En 2003 comenzaron a diseñar “Corea Ubicua” (“u-Korea”), un ambicioso plan nacional (y global) orientado al desarrollo de infraestructuras y tecnologías digitales hasta el 2015. Hoy proyectan estas políticas más allá del 2030, como parte de su cultura milenaria.
Ahora bien, ¿posee la República Argentina este tipo de planificación y prospectiva? ¿Cuáles son las iniciativas nacionales que proyectan el desarrollo de infraestructuras en comunicación y tecnologías digitales? ¿Existen planes integrales y estratégicos de conectividad para los próximos años? Una de las áreas de acción y pilares de la “Agenda Digital Argentina” es, justamente, el desarrollo de la infraestructura tecnológica y la conectividad para todo el país.
Puntualmente, en octubre de 2010 se lanzó el “Plan Nacional de Telecomunicaciones Argentina Conectada”, a cargo del “Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios”. Argentina Conectada es un plan estratégico quinquenal (2010 – 2015) a través del cual se definen las infraestructuras y los servicios nacionales de telecomunicaciones. El plan se enmarca dentro de la Agenda Digital Argentina y complementa sus lineamientos estratégicos en conectividad.
Uno de los puntos fuertes de Argentina Conectada es la construcción de una “Red Federal de Fibra Óptica” (REFEFO) a cargo de la “Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima” (AR-SAT). La Red es parte de la infraestructura necesaria para aumentar los niveles de inclusión digital y servir de plataforma a las iniciativas de la Agenda Digital Argentina (entre otras, parte de la Televisión Digital Abierta y Conectar Igualdad).
Uno de los puntos más interesantes de Argentina Conectada es que, al igual que otras iniciativas de la Agenda Digital Argentina, la inclusión digital es significada como un vehículo, un transporte, un camino que busca mayores niveles de inclusión social. Así, se busca evitar que las tecnologías digitales generen nuevas formas de desigualdad o que, por cuestiones de inversión / desinversión privada, éstas puedan acentuar las asimetrías preexistentes.
En la era digital ¿qué relación mantienen el acceso y disponibilidad de las tecnologías digitales con el ejercicio de derechos ciudadanos fundamentales? Entre otros derechos a considerar, ¿las redes electrónicas interactivas y distribuidas permiten resignificar y ampliar la libertad de expresión? Sin dudas. Una fuerte estrategia de igualación en el acceso y disponibilidad de las nuevas tecnologías digitales comienza a verse como un claro instrumento de democratización de las sociedades.
Que la ciudadanía disponga de la infraestructura de conexión mínima (fibra óptica, espacios públicos de conectividad, de equipamientos) pasa a ser clave al momento de significar la inclusión digital como derecho pleno. En la era digital cualquier ciudadano tiene que poder alcanzar un nivel de acceso y disponibilidad a estas tecnologías con independencia de su localización geográfica o de sus condiciones socio-económicas.
El modelo social de la Agenda Digital Argentina y, puntualmente, la iniciativa Argentina Conectada pueden ayudar a que la inclusión digital pase de ser una mera prerrogativa a ser un derecho pleno que aporte y tienda a la democratización de la Argentina y la región sur. Argentina debe alcanzar una brecha digital 0 para el año 2015. Lejos de ser un anhelo, es una necesidad. Sí, por supuesto, necesitamos más y mejor Argentina Conectada.
* El Dr. Ariel Vercelli es Presidente de BIENES COMUNES A. C. e Investigador del CONICET / IEC-UNQ. Columna publicada en la sección de Tecnología de Télam. Sin licencia.