Sopa congelada: tensiones industriales entre Hollywood y Silicon Valley

Luego de varias idas y vueltas, de algunas amenazas y ciberprotestas, finalmente el anteproyecto de Ley Stop Online Piracy Act (SOPA) no llegó a discutirse en el Congreso de los Estados Unidos. Por el momento, la SOPA fue congelada. Sin embargo, éste es sólo uno de muchos intentos por adecuar la infraestructura tecnológica de Internet hacia modelos de negocios industriales. En este caso los intereses industriales del Silicon Valley prevalecieron a las industrias culturales de Hollywood.

El 24 de enero estaba proyectada la discusión parlamentaria del SOPA. Luego de las críticas de las principales corporaciones comerciales de Internet (Google Inc., Yahoo!, Facebook, Twitter, AOL, etc,) y las ciberprotestas del 18 de enero varios congresistas de Estados Unidos restaron su apoyo al proyecto de ley y hasta su principal impulsor en la Cámara de Representantes, Lamar Smith (partido Republicano), declaró que era tiempo de revisar algunas cosas y generar nuevos consensos.

Por tanto, el proyecto SOPA está congelado pero puede recalentarse y pasar a discutirse en cualquier momento. Lo mismo puede ocurrir con su primo hermano, el anteproyecto PIPA ubicado el Senado estadounidense. En estos meses tal vez gane espacio el anteproyecto OPEN Act, iniciativa que sí cuenta con el apoyo de varias corporaciones comerciales de Internet, principalmente de Google Inc., pero que también cosecha abundantes críticas por las medidas a implementar.

Mientras los proyectos SOPA y PIPA comenzaban a enfriarse el FBI lanzó un megaoperativo a nivel global contra Megaupload, uno de los sitios Web (fuera de Estados Unidos) acusado de asociación ilícita, lavado de dinero y conspiración para violar el derecho de autor. Según la acusación del FBI, esta página tenía sus servidores en Hong Kong, Canadá y EE.UU y su dueño, el Alemán – Finlandes Kim DotCom (Kim Schmitz) tenía domicilio en Nueva Zelanda y Hong Kong.

Los sucesos de las últimas semanas generaron más preguntas que respuestas. Por ejemplo, si el gobierno de Estados Unidos podía efectivamente iniciar este megaoperativo contra Megaupload, ¿por qué no lo hizo antes? En este sentido, ¿realmente se necesitan leyes como SOPA y PIPA? Este megaoperativo a nivel global, ¿fue pensado como el primer golpe de efecto para una SOPA que no llegó a cocinarse a fuego lento?

Las tensiones y luchas por los proyectos de ley en Estados Unidos también permiten adelantar algunas conclusiones. Por el momento, los intereses de las corporaciones comerciales del Silicon Valley están prevaleciendo a los intereses de las industrias culturales de Hollywood. Todo parece indicar que las empresas del Silicon Valley supieron gestionaron mejor los niveles de información / desinformación sobre los proyectos que los caudillos de las industrias culturales de Hollywood.

Corporaciones comerciales como Google Inc., Twitter, Yahoo! o Facebook invirtieron recursos, tiempo y energía para denunciar los proyectos de ley e imponer, por diferentes razones, sus propias interpretaciones, intereses comerciales y modelos de negocio. Es claro, a los modelos e intereses comerciales de Hollywood les faltó una empresa como Google Inc., capaz de informar / desinformar e imponer a la ciudadanía norteamericana sus propios intereses industriales.

Estas luchas iniciales también dejaron bien claro que ninguno de los proyectos de Ley en pugna ampliaba o mejoraba los derechos ciudadanos en la era digital. Las iniciativas sólo se orientaron a imponer problemas y a ofrecer soluciones industrialistas que, por cierto, sí hubieran afectado, disminuido y violado los derechos ciudadanos plenos de expresión y copia a nivel global. ¿Las ciudadanías y gobiernos abiertos no sirven para bloquear / evitar estos corrosivos proyectos de ley?

* El Dr. Ariel Vercelli es Presidente de BIENES COMUNES A. C. e Investigador del CONICET / IEC-UNQ. Columna publicada en la sección de Tecnología de Télam. Sin licencia.

Dejá un comentario